Una nueva forma de comunicarse |
La
tecnología y la educación hoy en día debían de emprender un camino cercano y en
momentos simultáneo, aunque en ocasiones parece ser que el mismo proceso
educativo se sigue cada vez retrasando a los avances y se repliega o niega a
tener acceso a innovaciones tecnológicas que le permiten ir más allá de solo
los conceptos, no permite poner la experiencia del uso de la tecnología como un
medio para lograr avanzar, un claro ejemplo de esto lo veo en el fracaso
inminente de Enciclomedia, un programa con muchas cualidades y oportunidades
para desarrollar en los estudiantes habilidades tecnológicas y al alcance de
todas las comunidades educativas, sin importar el nivel o medios económicos que
se tuvieran, sin embargo este programa quedó olvidado y muy poco aprovechado,
haciendo un gasto excesivo y de poco o casi nula utilidad.
Este
tipo de situaciones marcan en los procesos de cambio un parte aguas y en
muchas ocasiones genera incredulidad y rechazo al uso de la tecnología, aspecto
que sucede con gran frecuencia en las aulas.
Nuestra labor como educadores debe ser muy importante ya que nuestros alumnos necesitan desarrollar habilidades y explotar sus propias cualidades, si integrando de manera adecuada la tecnología a sus vidas, donde les permita adentrarse a una sociedad digital, pero sin perder de vista el uso de los medios de comunicación tradicionales, un periódico, un libro, donde puedan acceder a contrastes o comparaciones. Los nuevos medios de comunicación nos permiten tener al alcance información de manera inmediata, aspecto que en educación debe ser un plus, sin embargo tenemos otras fuetes que no hay que perder de vista, por el simple hecho de que nuestros alumnos las conozcan exploren y puedan ser sujetos de comparación y alcance.
La tecnología no suple la labor del instructor y mucho menos la de un maestro,
pero lo que sí es cierto es que no podemos quedarnos al margen de estos avances
en el campo educativo, haciendo como si la tecnología no nos está rebasando,
cuando para mí, de manera muy personal y concluyendo me parece que sin la
tecnología, su uso adecuado, la forma en la que la integremos a nuestras aulas
y currículos, la educación no va a dar esos pasos necesarios para crecer
transformarse y ser agente de transformación de personas, de ciudades y de un mundo
cada vez más tecnológico.